jueves, 22 de diciembre de 2011

¿MENTIROSO O IGNORANTE?

Hace días comentamos el escándalo surgido a raíz de un documental transmitido por el canal estadounidense Univisión, que implicaba a Cuba, Venezuela e Irán en un complot cibernético contra centrales nucleares en Estados Unidos y diferentes organismos gubernamentales de ese país. Pocos días después, el presidente norteamericano, Barack Obama, concedió su primera entrevista a un medio venezolano, el periódico El Universal, en la cual emitió algunos criterios que harían fruncir el seño a cualquier lector medianamente informado.

En una de sus respuestas, Obama dijo “Los vínculos del Gobierno de Venezuela con Irán y con Cuba no han beneficiado los intereses de Venezuela ni de su gente”. A raíz de estas palabras surge una pregunta ¿Estará mal asesorado el mandatario estadounidense o se trata de una postura cínica? En más de diez años de colaboración entre La Habana y Caracas los logros han sido inmensos en materia económica, política y social.
Las cifras son públicas. Venezuela logró ser el segundo país latinoamericano libre de analfabetismo, con la ayuda de Cuba más de un millón 700 mil personas pudieron leer y escribir por primera vez, algunos ya en sus últimos años de vida. Las decenas de miles de médicos cubanos presentes en la nación sudamericana han ofrecido 290 millones de consultas, y la salud pública, gracias a la colaboración entre ambos países, fue por primera vez gratuita para 17 millones de personas. En el caso de Irán, el país persa ha invertido en empresas estatales dirigidas a resolver importantes problemas sociales en Venezuela, con el aporte directo de fondos o tecnología.
Según cálculos de Naciones Unidas, el gobierno de Hugo Chávez sacó de la pobreza a un promedio de 750 mil personas anuales. ¿Cuál es entonces el concepto de pueblo en la Casa Blanca? ¿No se conocen estas cifras en Washington? ¿No han sido recogidas por la embajada estadounidense en Caracas, especializada en la conspiración y el espionaje al igual que sus pares en resto del mundo?
Lo que sí nunca dio resultado para Venezuela y su pueblo, fueron las relaciones con Estados Unidos. Desde el norte llegaban los créditos y las presiones económicas para la introducción de las políticas neoliberales, con los resultados que todos conocemos. De Caracas hacia Estados Unidos iban los recursos naturales saqueados por las grandes transnacionales petroleras norteamericanas. Se estima que hasta 1976, más del 80 por ciento de la riqueza producida por el petróleo salió del país sudamericano. Al nacionalizarse en esa fecha, la situación no fue muy diferente. Hoy, bajo la égida de la Revolución Bolivariana, la estatal Petróleo de Venezuela (PDVSA) sufraga el enorme gasto social del Estado.
El presidente Barack Obama mintió con fines políticos, pero quien sabe si también sintió vergüenza al comparar la realidad de su país con los logros chavistas. Mientras en Venezuela se crean entidades bancarias para proyectos sociales y apuntalar las pequeñas y medianas empresas, en Estados Unidos los bancos estafan al pueblo. Mientras la Casa Blanca ofrece dinero a los ricos, Miraflores invierte en los pobres. En el país norteño, el más rico del mundo, más de 40 millones de personas viven en la pobreza y otras tantas no tienen acceso a la salud; en el sudamericano la salud es un derecho gratuito y la pobreza disminuye. Esos logros sociales venezolanos tienen dos pilares: la voluntad del gobierno y la colaboración con Cuba.
Ojalá Barack Obama haya sido víctima de un mal asesoramiento y no haya actuado de forma cínica. Se puede no estar de acuerdo con un sistema político, pero no hay derecho a mentir. Ojalá también un día rectifique y se anime a mirar hacia este lado del mundo, para que aprenda a hacer muchas cosas.

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