Las elecciones
presidenciales rusas están al doblar la esquina, y ya el candidato por Rusia
Unida, Vladimir Putin, sostiene una campaña apuntalada por varios logros
administrativos y políticos, pero no exenta de retos. Entre esos desafíos se
encuentran las sospechosas manifestaciones en más de 60 ciudades del país
contra los resultados de las elecciones legislativas favorables a partido,
aunque con menor margen en comparación a los comicios anteriores ¿Qué hay detrás de estas protestas?
Putin es el
político más popular de Rusia, tiene entre sus méritos reivindicar a la gran
nación euroasiática en todos los sentidos, luego de una lamentable presidencia
de Boris Yeltsin; por tales motivos, entre otros, el actual Primer Ministro no
tiene rival de peso en vista a los comicios. Según los analistas, las protestas
contra la victoria de Rusia Unida en las parlamentarias van dirigidas sobre
todo a desacreditar desde ya el casi seguro triunfo del candidato Vladimir
Putin y crear las condiciones para el caos después de conocerse los resultados
electorales.
¿Por qué son
sospechosas esas manifestaciones? ¿Estarán guiadas por una mano mucho más allá
de las fronteras rusas? Tomemos en cuenta tres hechos fundamentales; primero, el
portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, informó que el Departamento de Estado
aportó más de 9 millones de dólares para el apoyo de los comicios legislativos
el pasado cuatro de diciembre y NO negó el apoyo financiero de Washington a la oposición
rusa. Entre esas organizaciones nacionales beneficiadas por el dinero
estadounidense está Golos, la cual opera en más de 40 regiones del país. El
sitio digital ruso, Life News, publicó un intercambio de correos electrónicos
entre Golos y la USAID, una
agencia gubernamental norteamericana famosa por sus actividades
desestabilizadoras en América Latina y otras regiones del mundo.
Segundo elemento, uno de los líderes
de la oposición es Boris Nemtson, asesor del ex presidente ucraniano Víctor
Yúschenko, quien recordemos, promovió una campaña de desestabilización con
perfil pronorteamericano que lo llevó a la jefatura del Ejecutivo; y tercero,
las declaraciones de la Secretaria de Estado, Hillary Clinton. En medio de una
conferencia internacional, la jefa de la diplomacia estadounidense calificó a
las elecciones parlamentarias rusas de injustas y no libres. Aunque
oficialmente no se ha reconocido la estimulación exterior de estas protestas,
hay motivos para pensar que desde otras tierras se aviva el fuego.
¿Cuál es el temor a Putin? Se trata
del hombre fuerte en el país y el impulsor de los cambios políticos en Rusia,
entre ellos, reconquistar la categoría de gran potencia y establecer un mundo
multipolar. Durante el arrogante gobierno de Bush, fue el líder ruso uno de sus
más críticos. Fueron las políticas de Putin el obstáculo para cercar y aislar a
la gran nación eslava, la cual es un gran peligro para la ya débil hegemonía
estadounidense, gracias a sus enormes recursos naturales, su potencialidad
económica y desarrollo nuclear y militar.
Al parecer, Putin será coherente con
su línea en política exterior. Durante un encuentro televisivo con el
electorado, expresó que Estados Unidos parece tener vasallos, no socios, y que
el mundo está cansado de la dictadura de Estados Unidos. Además dijo
textualmente: “Alguna
gente quiere mover un poquito a Rusia para que no les impida dominar el planeta
Tierra. Por esto Rusia siempre está bajo observación, siempre es irritante.
Tenemos opinión propia, una política exterior independiente y eso no le gusta a
alguien” Palabras duras, muy duras para Washington.
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