martes, 13 de diciembre de 2011

BOLIVIA DA LECCIONES DE DEMOCRACIA

En Bolivia comenzó este lunes un interesante proceso político, con una trascendencia  mucho más allá de la coyuntura puntual del país. El presidente Evo Morales convocó a una Cumbre Social para profundizar el proceso de cambios que vive la nación sudamericana desde 2006.
La cita es sin exclusiones y tiene diez puntos iniciales para debatir sin tapujos, como diríamos en Cuba, sin pelos en la lengua. Desde empresarios privados hasta mujeres indígenas debatirán sobre desarrollo económico, seguridad y soberanía alimentaria, salarios, tierra y territorio, empleo y estabilidad laboral, salud, educación, servicios básicos y vivienda, seguridad ciudadana y lucha contra el crimen, desarrollo legislativo, autonomías y comunicación, es decir, los temas internos más importantes para los bolivianos, y según algunos funcionarios, no se descarta la convocatoria a un referéndum nacional de los acuerdos.
¿Tiene la Cumbre antecedentes en la política boliviana? Es un primer aporte de la iniciativa gubernamental y por tal motivo, no puede analizarse como un proceso más. Evo Morales llevó los problemas nacionales a un debate público y los sacó de la discusión cerrada en los parlamentos, siempre mediados por intereses políticos y de clases. El país que en un pasado reciente contaba con una de las institucionalidades más frágiles de América Latina, hoy da lecciones de democracia; de lo que debe ser la democracia verdaderamente participativa, popular y socialista, y al mismo tiempo, desvirtúa los mecanismos de la supuesta democracia burguesa.  ¿Harían los gobiernos europeos algo similar? ¿Se llamaría a Los Indignados de Estados Unidos y Europa a una reunión para trazar las políticas fiscales de ambas regiones? ¿Podrían decir ahora los europeos y Washington que su democracia es más madura y ejemplar?
Pero situemos la Cumbre Social en tiempo y espacio, en las condiciones internas actuales. Bolivia es un país sumamente complejo, con profundas divisiones, incluso, dentro del sector indígena que representa un 70 por ciento de la sociedad. La oposición a Evo y su gobierno, fomentó conflictos internos recientes para debilitar la posición política del mandatario y así, aparentemente, se anotaron algunos puntos. ¿Cómo han quedado ante esta propuesta gubernamental sumamente democrática? En un segundo plano político, y quizás, la mayor prueba de esto, son los intentos de sabotear la cita con su ausencia para calificarla de excluyente, oficialista, ilegítima y con fines electorales. Los voceros de la oposición dicen mucho de ella misma; uno de ellos es Jorge Quiroga ¿Quién es? Nada más y nada menos que un pupilo del ex dictador Hugo Banzer.
No obstante, el gobierno de Evo Morales y su proceso de cambios no se sustentan solo en iniciativas democráticas como esta Cumbre Social. Su mayor base de apoyo radica en los resultados indiscutibles de su gestión: un crecimiento promedio de casi 5 por ciento, incremento extraordinario de las reservas monetarias y las ganancias de la minería y el petróleo, un gasto social enorme para bajar la pobreza. Bolivia no es la misma, y una rápida comparación con el pasado, incluso en números, sería aplastante para esos opositores.

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