miércoles, 21 de diciembre de 2011

DOS GRANDES OPORTUNIDADES PARA EL MERCOSUR


Este martes concluyó en la capital uruguaya, Montevideo, la más reciente cumbre del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) un mecanismo económico de integración, pero que no ha estado al margen de los cambios políticos en el área; quizás la mayor prueba de esa sintonía fueron los temas principales de la cita: la adhesión de Venezuela como miembro pleno, la solicitud ecuatoriana de ingreso, y en menor medida, un Tratado de Libre Comercio con Palestina, un gesto con matices políticos y que refleja indirectamente la independencia en política exterior adquirida por los países miembros.
La unión plena de Venezuela es un asunto pendiente desde 2006, cuando los jefes de Estado de Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil firmaron el protocolo de adhesión y posteriormente fue ratificado por los tres de los parlamentos de esas naciones, con la excepción del Congreso paraguayo. Aquí podemos hacer un primer análisis, se trata de una maniobra opositora al gobierno del presidente Fernando Lugo, que expresa en sí misma una forma arcaica de concebir y hacer la política.
América Latina avanza en la concreción de expresiones de unidad sin tomar en cuenta los matices ideológicos ¿Qué mecanismo regional de integración moderno, dígase UNASUR o la CELAC, han discriminado los procesos revolucionarios en Bolivia, Venezuela o Ecuador? La intensión de los legisladores paraguayos de derecha es obstruir irracionalmente, sin argumentos de peso, y echar a un lado los enormes beneficios que Venezuela podría ofrecerle a la institución.
En esa nación sudamericana están las mayores reservas de petróleo del mundo, las cuales podrían estar al servicio de los miembros y con ventajas a la hora de invertir para las empresas petroleras de Brasil y Argentina. Venezuela sería un puente al mercado caribeño y sus características económicas de potencia media, podría ayudar a disminuir los desequilibrios al interior del MERCOSUR, con dos grandes (Argentina y Brasil) por un lado y par de economías de menor desarrollo (Uruguay y Paraguay). La integración de Caracas es muy beneficiosa y la postura de la oposición paraguaya carece de visión estratégica, y a la larga, la tozudez puede costar cara. Además ¿por qué pesan razones políticas en un mecanismo económico?
¿Sucederá lo mismo con Ecuador? ¿Se obviarán las enormes ventajas de su ingreso por el carácter revolucionario de su gobierno? Si Venezuela abre las puertas al Caribe, Ecuador daría al MERCOSUR salida al Océano Pacífico y a las economías asiáticas como la China, un socio económico cada vez más importante para América Latina. El gigante asiático garantiza créditos y mercados para las materias primas del Cono Sur.
Pero además, quizás lo más importante, el ingreso de ambas naciones ofrece al mecanismo otra dinámica y una nueva dimensión. Saldría del cuarteto habitual, ganaría en miembros, alcance económico  y en atractivo. El bloque estaría representado tanto en el G-20 como en la Organización de Países Exportadores de Petróleo, por solo citar dos ejemplos. El ingreso de Venezuela y Ecuador podría ser el primer paso para nuevas adhesiones y crearse desde el seno del MERCOSUR, una institución que consolide económicamente esa voluntad de unidad presente hoy en los países latinoamericanos.
Es lamentable que los rezagos, políticos y mentales, hagan más difícil recorrer el camino necesario, ojalá, como en otras ocasiones, el fracaso sea el futuro inmediato de esas concepciones.

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