¡Ya era hora! La bomba había tardado demasiado en estallar. Al final
¿quién iba a creer que la eterna pelea de perros de la oposición
venezolana, se iba a convertir, así de pronto, en un espíritu colectivo
de solidaridad? ¡Vamos…! Como dice un refrán popular en Cuba “perro
huevero aunque le quemen el hocico” Resulta ser que uno
de los candidatos a las primarias opositoras, Leopoldo López, renunció a
su nominación y dio su apoyo a Henrique Capriles, actual gobernador de
Miranda. Es puro cálculo político.
Capriles lidera las encuentras de cara a las
primarias opositoras, mientras Leopoldo se ubicaba en un tercer lugar, y
era muy probable su derrota. Con esta jugada asegura su permanencia en
el ruedo; podemos esperar sentaditos la noticia, para López ya está
reservado un importante cargo de gobierno en caso de una hipotética
victoria electoral. Al conocerse la noticia el resto de los candidatos
saltaron como ranas, incluido, Pablo Pérez, gobernador de Zulia y pupilo
de Manuel Rosales, célebre corrupto, golpista, prófugo y otras tantas
cosas más.
¿Se imaginan el circo? Al conocerse la alianza, Pérez dijo que él no
hipotecaba sus principios, en respuesta, Capriles le sugirió que se
rascara si tanto le picaba. María Corina Machado, con tan solo 2 por
ciento en algunas encuestas, gritó que nadie le robaría estas elecciones
(muy optimista la dama). Pablo Medina, aspirante casi invisible en los
sondeos, acusó a Leopoldo López de engañar a sus seguidores, y Diego
Arria, confía en sacar provecho de la noticia, pues muchos votos caerán
en sus manos.
¿Se puede esperar otra actitud? ¿Quiénes son algunos de estos
personajes? Leopoldo López fue alcalde de Chacao, supo sacarle buen
provecho económico al cargo de su madre en la vieja PDVSA, cuando el
golpe de estado sacó de su casa de forma violenta al entonces ministro
del interior, Ramón Rodríguez Chacín. María Corina Machado se sentó
sonriente junto al ex presidente George W. Bush en la Casa Blanca,
cuando Estados Unidos asesinaba niños y mujeres en Irak y Afganistán, y
además, amenazaba con hacer los mismo contra Venezuela, uno de los
supuestos oscuros rincones del mundo. Pablo Medina es un traidor del
chavismo, bueno… de los traidores se escribe poco y nunca bueno. Son
detalles, el expediente de cada uno es mucho más largo.
En fin, esa es la alternativa a la Venezuela actual, al gobierno que
erradicó el analfabetismo, que redujo de forma significativa los índices
de pobreza y desempleo, el gobierno que puso los millones de PDVSA en
programas sociales, para citar solo algunos de los incontables logros
del proceso bolivariano.
La lanzadera de piedras entre los opositores continuará, y los
electores venezolanos podrán observar la conducta de los candidatos de
la “democrática” oposición venezolana, más dramática que cualquier
telenovela de Venevisión. Es cínico escuchar como prometen una Venezuela
mejor, pero no dan el ejemplo. Si son así en campaña, mejor ni verlos
repartiéndose el pastel. Como diría Manuel Rosales en uno de sus
disparates: no se le puede pedir peras al horno.
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