No se necesita
ser un gran analista para prever las consecuencias del derrocamiento de los
gobiernos iraníes o sirios a manos de potencias extranjeras; no importa cuál
sea la estrategia a emplear, lo mismo mediante una invasión terrestre o
utilizando las novedosas teorías de Obama sobre la Defensa Inteligente, que
recordemos, pone énfasis en la guerra de alta tecnología. ¿Por qué digo esto?
Porque solo basta mirar hacia los lados en esa misma región para ver el futuro
posible de esos pueblos; y no hablo de Libia, a punto de otra nueva guerra
civil, sino de Irak, un país en ruinas que puede ser el espejo en el cual
mirarse sus vecino.
Irak es también
la historia del cinismo. Cuando el tristemente célebre George W. Bush se
disponía a bombardear la nación árabe, les prometió a sus habitantes mejor
nivel de vida y un país más moderno, esto se traducía en empleos, mejores
servicios básicos y crecimiento económico. Se fueron las tropas estadounidenses
con la misión “cumplida” y ¿cuál es el resultado? Miremos a Bagdad, la cual,
como ciudad capital, se supone tenga mejores condiciones; en esa urbe los
hogares reciben entre cuatro y ocho horas de electricidad al día y estimaciones
conservadoras sitúan el desempleo en 46 por ciento. A nivel nacional Irak no ha
podido echar siquiera las bases para un desarrollo de la industria nacional y
por supuesto, fuera de la capital la situación social y económica es mucho más
dramática.
Todo esto ocurre
en uno de los países con mayores reservas de petróleo en el mundo, con una industria
petrolera en supuesta recuperación y con los precios internacionales del crudo
girando en torno a los cien dólares el barril, es decir, Irak debería ser un
país con un margen amplio para maniobrar económicamente. Ahora ¿Por qué esta
situación tan deprimente? ¿Cómo se explica? Si vamos a la gran prensa europea o
estadounidense se culpa a la corrupción interna, en otras palabras, Europa y
Estados Unidos le hicieron el favor a los iraquíes de darles la libertad y
ahora no pueden gobernar su propio país. ¡Qué incapaces son los iraquíes al
igual que todo el Tercer Mundo!
Claro que hay
corrupción en Irak, pero azuzada por los invasores. Lo que muy pocas veces
dicen los grandes medios es el colosal saqueo sufrido por Irak durante los
últimos nueve años. Solo un ejemplo, a Bechtel, una transnacional con estrechos
vínculos con el gobierno de Bush, se le dio 2 300 millones de dólares para
reconstruir la infraestructura de la nación árabe, sin embargo, abandonó el
país antes de completar la mayor parte de su trabajo. Esa es la estela dejada
por los marines estadounidenses a su paso.
Cuando el
presidente iraní Maumud Ajmadinejah comenzó su gira por América Latina, en
Washington una vocera oficial cuestionó la efectividad de las relaciones
comerciales de Irán con la región. Solo en Venezuela los iraníes han construido
fábricas de maquinaria agrícola, plantas procesadoras de alimentos y 14 mil
vividas, es decir, mil veces más cosas que las construidas por Estados Unidos
en Irak
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