domingo, 15 de enero de 2012

IRAK: CUANDO VEZ LAS BARDAS DE TU VECINO ARDER…


No se necesita ser un gran analista para prever las consecuencias del derrocamiento de los gobiernos iraníes o sirios a manos de potencias extranjeras; no importa cuál sea la estrategia a emplear, lo mismo mediante una invasión terrestre o utilizando las novedosas teorías de Obama sobre la Defensa Inteligente, que recordemos, pone énfasis en la guerra de alta tecnología. ¿Por qué digo esto? Porque solo basta mirar hacia los lados en esa misma región para ver el futuro posible de esos pueblos; y no hablo de Libia, a punto de otra nueva guerra civil, sino de Irak, un país en ruinas que puede ser el espejo en el cual mirarse sus vecino.


Irak es también la historia del cinismo. Cuando el tristemente célebre George W. Bush se disponía a bombardear la nación árabe, les prometió a sus habitantes mejor nivel de vida y un país más moderno, esto se traducía en empleos, mejores servicios básicos y crecimiento económico. Se fueron las tropas estadounidenses con la misión “cumplida” y ¿cuál es el resultado? Miremos a Bagdad, la cual, como ciudad capital, se supone tenga mejores condiciones; en esa urbe los hogares reciben entre cuatro y ocho horas de electricidad al día y estimaciones conservadoras sitúan el desempleo en 46 por ciento. A nivel nacional Irak no ha podido echar siquiera las bases para un desarrollo de la industria nacional y por supuesto, fuera de la capital la situación social y económica es mucho más dramática.

Todo esto ocurre en uno de los países con mayores reservas de petróleo en el mundo, con una industria petrolera en supuesta recuperación y con los precios internacionales del crudo girando en torno a los cien dólares el barril, es decir, Irak debería ser un país con un margen amplio para maniobrar económicamente. Ahora ¿Por qué esta situación tan deprimente? ¿Cómo se explica? Si vamos a la gran prensa europea o estadounidense se culpa a la corrupción interna, en otras palabras, Europa y Estados Unidos le hicieron el favor a los iraquíes de darles la libertad y ahora no pueden gobernar su propio país. ¡Qué incapaces son los iraquíes al igual que todo el Tercer Mundo!

Claro que hay corrupción en Irak, pero azuzada por los invasores. Lo que muy pocas veces dicen los grandes medios es el colosal saqueo sufrido por Irak durante los últimos nueve años. Solo un ejemplo, a Bechtel, una transnacional con estrechos vínculos con el gobierno de Bush, se le dio 2 300 millones de dólares para reconstruir la infraestructura de la nación árabe, sin embargo, abandonó el país antes de completar la mayor parte de su trabajo. Esa es la estela dejada por los marines estadounidenses a su paso.

Cuando el presidente iraní Maumud Ajmadinejah comenzó su gira por América Latina, en Washington una vocera oficial cuestionó la efectividad de las relaciones comerciales de Irán con la región. Solo en Venezuela los iraníes han construido fábricas de maquinaria agrícola, plantas procesadoras de alimentos y 14 mil vividas, es decir, mil veces más cosas que las construidas por Estados Unidos en Irak

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