lunes, 9 de enero de 2012

LA “DEFENSA INTELIGENTE” DE BARACK OBAMA


El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció en la noche del miércoles cuatro de enero, una nueva estrategia militar, cuyo aspecto más publicitado es un recorte superior a los 400 mil millones de dólares. ¿Comienza Washington a sacrificar económicamente al “todopoderoso” Complejo Militar Industrial? ¿Qué otros aspectos recoge la iniciativa? ¿Cuáles son los principales objetivos?
No se trata de llevar la austeridad al Pentágono, sino de reestructurar las fuerzas armadas para hacerlas, como dijo Obama, más ágiles, flexibles y efectivas. Por ejemplo, se restará personal a la infantería de marina, pero se pondrá énfasis en el espionaje, la robótica, el ciberespacio; es decir, Washington creará un ejército con más tecnología y menos personal, en ese sentido, se evitarían las guerras de ocupación al estilo Afganistán, y se implementarán los ataques quirúrgicos con aviones no tripulados como en Pakistán. Es el concepto de “Defensa Inteligente”.
Si las fuerzas armadas contarán con menos efectivos ¿Quién garantizará los intereses norteamericanos tras derrotar al enemigo? Debemos tomar en cuenta a la hora de analizar la medida a la privatización paulatina del ejército estadounidense, un negocio de más de cien mil millones de dólares anuales y que incluye la seguridad personal, entrenamiento militar, mantenimiento de armamentos y servicios de interrogatorio.
Según el diario Washington Post, la privatización de las fuerzas armadas es un hecho. El capital privado, por solo citar un ejemplo, ya controla el 30 por ciento de los servicios secretos del país. Al parecer, las futuras víctimas de Estados Unidos  serán una combinación de experiencias tan diferentes como Pakistán o Irak, es decir, los drones limpiarán el camino a los contratistas encargados de cuidar los intereses norteamericanos. ¿Quién duda que ese recorte en gasto sea suplido en el futuro por el capital privado? Un mercenario es más lucrativo y políticamente más barato.
No debemos pasar por alto tres elementos de la “Estrategia Inteligente” de Obama; primero, se seguirá contribuyendo a la OTAN, otro ejército al total servicio de Washington, cuya responsabilidad financiera es compartida. Segundo, se reforzará la presencia en Asia, donde están la mayoría de las potencias nucleares; el objetivo principal, según los analistas, es frenar la influencia china,  pero también está la mayor parte de Rusia en ese territorio. A Moscú se le amenaza con escudos antimisiles en Europa, pero en Asia el bloqueo militar está pendiente y por ese camino podría implementarse una estrategia. Y tercero, Obama puede pretender con esta reducción de gastos militares comenzar la reconquista de esos sectores demócratas más liberales.
El concepto de “Defensa Inteligente” de Obama es parecido a su otra estrategia de “Poder Inteligente”, cambian las concepciones implementadas durante el gobierno de Bush, pero no son, para nada, menos peligrosas y destructivas. La Casa Blanca solo se adapta a las nuevas coyunturas y ya lo dijo bien claro el presidente ese miércoles en la noche: el ejército de Estados Unidos seguirá siendo el más poderoso del mundo.

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