El primer ministro británico, David Cameron, no desea perder la
oportunidad de darse sus aires de teórico. Hace unos días retomó un concepto que podría dar risa si no fuera tan irrespetuoso con la
realidad de millones de británicos. Al parecer, a los jefes de Downing Street les gusta teorizar; en su momento Tony Blair planteó su Tercera Vía y ahora Cameron
habla del Capitalismo Popular en medio de ajustes fiscales en
detrimento de los sectores más vulnerables de su país. Ahí están las
cifras.
¿Qué plantea David Cameron? El pasado 19 de enero defendió en una
ponencia económica al libre mercado, lo definió como “la mejor fuerza
imaginable para mejorar la riqueza humana y la felicidad”, aunque
reconoció la necesidad de reformas. “Quiero que en estas épocas
económicas difíciles logremos más que superar el déficit e incentivar el
crecimiento. Quiero que lleven a un capitalismo socialmente responsable
y genuinamente popular. Uno en que se unan el poder del mercado y las
obligaciones de responsabilidad” agregó.
¡Qué buenas intensiones! Pero sería bueno recordarle al premier el país
donde vive y los resultados de sus políticas. En noviembre de 2011 el
desempleo en Reino Unido marcó record en 17 años, más de 2,6 millones de
personas sin trabajo en un país donde la vida es especialmente cara
¿Quiénes son los más afectados? Los jóvenes comprendidos entre 16 y 24
años. Gran Bretaña tiene el “honor” de ser el país más desigual entre
los miembros de la Organización para Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE) la cual agrupa a las naciones más ricas del planeta.
Podríamos apañar a Cameron. No es el único culpable, recibió en sus
manos a un país en crisis y está atrapado en los márgenes de sistema,
pese a todo eso, podría tener una verdadera vocación pública a favor de
los más desposeídos. Tampoco. Hay fuertes evidencias para demostrar de
qué lado está el primer ministro. Durante sus primeros diez meses de
gobierno se reunió con 1537 empresas, y en igual periodo apenas sostuvo
130 encuentros con los sindicatos. En medio de la crisis las medidas más
duras caen sobre los trabajadores, si en Gran Bretaña fuera una
verdadera democracia serían los más escuchados. Cameron también fue uno
de los grandes partidarios de regalarle a la reina Isabel un yate de 70
millones de euros.
Más allá de los deseos de mostrarse como líderes con proyección futura y
aires académicos, hay un elemento que no debemos pasar por alto. Todos
esos líderes con sus teorías pretenden esconder la verdadera esencia
explotadora del capitalismo y mostrar un rostro más humano del mismo, es
decir, los problemas del mundo actual se debe a malas decisiones y no
al sistema imperante. Ese es el objetivo base de la Tercera Vía de
Blair, el Capitalismo Popular de Cameron, o del llamado en su momento
del presidente francés Nicolás Sarkozy a refundar el capitalismo.
Es una postura lógica de los representantes de las élites dominantes.
Lo importante es que los ciudadanos no culpen al sistema y no busquen
alternativas al mismo. En momentos de crisis aguda, cuando el
capitalismo se rasga las vestiduras, ese propósito es fundamental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario