martes, 29 de noviembre de 2011

Las omisiones de los aspirantes republicanos sobre América Latina

Por: Oliver Zamora Oria

En el último debate celebrado en el Constitution Hall de Washington, los aspirantes a la candidatura presidencial republicana hablaron de política exterior y dedicaron algunas ideas a América Latina. Como era de esperar, ni una palabra sobre cómo mejorar las relaciones políticas o fortalecer la cooperación. Nuestra región fue vista solamente como un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos, y cada uno de los candidatos mostró sus métodos para enfrentarlos ¿Cuáles son estas preocupaciones y peligros latinoamericanos?
Sin caer en especificaciones se pueden generalizar en: el crimen organizado en México, la supuesta presencia de Hizbollá en el país azteca, las relaciones entre Irán y Venezuela, la expansión del socialismo, y emigración ilegal.
Todos los precandidatos mostraron soluciones violentas, incluso, el gobernador de Texas, Rick Perry, propuso el cierre de la frontera y la posible entrada de tropas norteamericanas a México.  No por gusto fue un debate de política exterior y seguridad nacional, pues son dos conceptos indisolubles en Washington. La visión del mundo de la élite política estadounidense está marcada por la paranoia y la búsqueda constante de enemigos externos que sirvan para exaltar los valores de la supuesta “democracia americana”. El debate también mostró la poca responsabilidad que sienten con los problemas de su entorno, y en las menciones a América Latina quedó demostrado.
Leyendo las intervenciones de los aspirantes parece ser México el responsable absoluto de la violencia interna, ninguno se refirió a las miles de armerías en los miles de kilómetros de la frontera común. Ni uno de ellos recordó que los muertos los ponen las familias mexicanas y centroamericanas, mientras los estadounidenses proporcionan las  armas de fuego. Según las estadísticas, a México entran alrededor de 760 MIL armas y explosivos de diferentes calibres. El gobierno de ese país latinoamericano aumentó sus gastos en seguridad a seis mil millones de dólares, sin embargo, con el tráfico de armas, Estados Unidos gana año tras año más de 17 mil millones de dólares. Entonces ¿Quién es la víctima y quien el victimario? ¿Quién gana y quien pierde en esta historia? ¿Conocerán estas cifras los aspirantes republicanos?
En cuanto a la emigración, se obvian las bases económicas. El Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá destruyó el campo mexicano y empujó a miles de campesinos a mendigar en las calles de las grandes ciudades, las únicas salidas para ellos eran las bandas armadas y las vallas fronterizas. En vez de proponer agresiones militares, fuera más sensato y humano ofrecer una cooperación económica para la creación de empleos, pero no, esa propuesta muestra una visión pacífica del fenómeno y entonces ya no crearía miedo en la sociedad norteamericana.
La compleja crisis económica en Estados Unidos ofrece oportunidades de triunfo al aspirante republicano; por esa razón, es preocupante que enfoquen de nuestra región  como una amenaza y nos relacionen con sus grandes enemigos en el Medio Oriente. Si la estrategia violenta allí les da resultados, podrían crear su versión latinoamericana.

PUBLICADO ORIGINALMENTE EN RADIO HABANA CUBA

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